Siempre imaginé que la primera vez que fuera a ver la Torre Eiffel Iba a ser con mi pareja.
En el mes Octubre de 2016 conocer París se iba a hacer realidad, había organizado un viaje que me iba a mantener fuera de la ciudad por 3 meses, y dentro de los destinos estaba París.
Un mes antes de Viajar y sin planearlo empecé una relación con una persona con la que me sentí muy conectada, nos unimos bastante y de alguna forma vivimos “una relación intensa”. La premisa era aprovechar el tiempo juntos antes de mi viaje.
Luego vino nuestra despedida con varias lagrimas por parte de él y una promesa suya de ir a París en la mitad de mi viaje y así continuar con esto que estaba sucediendo.
A los 15 días de empezar mi recorrido, me llama al celular para terminar conmigo y proponerme tener una “relación abierta” donde él pudiera salir con más personas y yo igual. WTF… Mi respuesta a esto fue un No.
El por su parte había comprado los tickets desde mi ida y tomó la decisión de ir a París pero sin mí. Aunque yo me encontraba en Europa muy cerca de su ubicación prefirío viajar solo y así me lo advirtió.
Pasé algunos momentos tristes debido a esto, traté de entender que nadie pertenece a nadie y que las relaciones a distancia no son fáciles. Nuevamente la enseñanza fue que todo surge y desaparece. Y no hay nada que puedas hacer al respecto…
Fue así como conocí a varias personas maravillosas en este viaje:
Un Italiano con un corazón maravilloso que fue muy especial conmigo cuando estuve en Europa. Son ese tipo de personas con las que haces conexión y aveces no entiendes que sucede Pero sucede.
Y una amiga de Bélgica, Christine que cuando supo que estaba en París sola, viajo inmediatamente para acompañarme y disfrutar del viaje conmigo.
Al final hice gracias a mi amiga la mayoría de cosas que había imaginado y muchas más.
Me llevó a su propio tour “Saint Germain des Prés” Boutiques como Dior, Ines de la Fressange la estaban esperando, y yo junto a ella disfrutando.
De esta experiencia me quedaron muchas enseñanzas. La más importante fue:
“No importa cómo te hayas imaginado las cosas, suceden como deben suceder y más vale aceptarlo y disfrutar de este presente” Recordé que yo elijo como me siento y que hago para vivirlo.
Continuar mi camino y disfrutarlo con gente maravillosa o estando sola fue mi mejor elección. Pero continuar mi camino es la clave.